INTRODUCCIÓN
La criptorquidia se observan en el 2% de los niños, de los cuales el 90%, afecta sólo a un testículo. De ellos, el 20% presenta testículos no palpables, de los cuales en el 20% de los casos, está ausente.
Se considera el principal factor de riesgo de cáncer testicular, siendo el más frecuente el seminoma. La localización menos frecuente es la abdominal, sin embargo presenta una mayor tasa de malignización.
CASO CLÍNICO
Se presenta el caso de un paciente varón de 52 años derivado desde Endocrinología por presentar ginecomastia de predominio derecho y aumento de beta-hCG y testosterona. Como antecedentes personales presenta criptorquidia de teste izquierdo.
Se le realiza una ecografía escrotal donde se visualiza teste derecho normal mientras que no se identifica teste izquierdo.
Se decide ampliar el estudio con un TC abdomino-pélvico donde se observa una masa pélvica de aspecto quístico heterogéneo con polos sólidos en su pared, supravesical, junto con pequeñas adenopatías retroperitoneales.
Dado los antecedentes, el primer diagnóstico a considerar sería tumor germinal intrabdominal.
Tras estos resultados se realiza exéresis laparoscópica de masa supravesical siendo la anatomía patológica compatible con tumor germinal mixto, constituido por carcinoma embrionario (aprox. 40%) y tumor del saco vitelino (10%) observándose extensas zonas necróticas (50%).
Se deriva a Oncología, donde realizan un estudio de extensión con un TC body y se observa nódulo pulmonar en lóbulo derecho inferior compatible con una metástasis y pequeñas adenopatías retroperitoneales de 5-6mm.
Se decide proponer al paciente 4 ciclos de quimioterapia según el esquema BEP, sin complicaciones.
CONCLUSIONES
1.-La detección temprana de testículos no descendidos y el tratamiento con orquidopexia son claves para la prevención del tumor testicular.
2.-La mayoría de los tumores testiculares derivan de células germinales .
3.-La orquidopexia tardía y la localización intraabdominal predisponen el desarrollo de tumoraciones.
4.-Según la revisión realizada, el riesgo de desarrollar cáncer testicular en testículos criptorquídicos descendidos, no es mucho mayor que en la población sana siempre que estos testículos se hayan descendido en edades tempranas.
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